Cultura del Honor
Las mujeres: Pureza, lealtad y sacrifico
En contraste con los hombres, para las mujeres, su papel en el mantenimiento del honor consiste en mantener un papel pasivo o de evitación de actos vergonzosos. Aunque los códigos del honor incluyan prescripciones sobre cómo deben vestirse y comportarse, las mujeres son fundamentalmente evitadoras de situaciones vergonzosas. En muchas culturas, las mujeres son valoradas en relación a su pureza, modestia y lealtad (Ortner, 1978).
La vergüenza es evitada por no hacer cosas que ensucian su reputación. En muchos casos el interés de la familia o del propio esposo por proteger su honor fuerzan el comportamiento de las mujeres hasta conseguir el más apropiado (aceptado). Así encontramos una correlación positiva entre la cantidad de pureza femenina que una cultura impone con la cantidad de violencia que sufren las mujeres en dicha cultura.
Una revisión en más de cincuenta países se encontró dicha correlación entre la violencia de las mujeres por parte de sus parejas y el nivel de preocupación de la sociedad por la pureza de sus mujeres (Vandello y Cohen, pendiente de publicación). Este índice incluía las creencias y actitudes conservadoras que se tiene en relación a la sexualidad femenina, como la edad media de la novia (que debía reflejar una preferencia por una apariencia virginal). Y otras opuestas como el uso del anticonceptivo femenino, que implica la existencia de una planificación familiar que busca el placer frente a la maternidad.
Además el índice incluyo ítems para reflejar el doble rasero sobre las actitudes morales (el numero relativo de mujeres que fuman o beben alcohol). Internacionalmente, la mayor correlación que se encontró fue entre la pureza femenina y la violencia domestica, esta relación también se hayo en un segundo estudio (Vandello y Cohen, pendiente de publicación) para evaluar la variabilidad cultural dentro de los Estados Unidos. Existiendo una correlación entre el número de homicidios de mujeres a manos de sus compañeros en los Estados que puntuaban más alto en los test sobre pureza femenina (medido a través de la tasa de nacimientos fuera del matrimonio, porcentaje de mujeres que viven con su pareja de hecho y tasas de fumadores y fumadoras).
Junto con el énfasis puesto en la pureza y modestia femenina en diversas culturas, también se espera a menudo que las mujeres tengan un mayor espíritu de sacrificio para con sus familias. Muchas culturas ven a las mujeres como cuidadoras de los demás, con un gran deseo de cooperación, sumisas y sacrificadas (Willians & Mejor, 1982). Especialmente en las culturas latinas se enfatiza sobre los valores de la lealtad y el sacrificio en las mujeres, lo cual otorga a la mujer una superioridad moral y refinamiento (Lara-Cantú, 1989; McLoyd, Cauce, Takeuchi & Wilson, 2000; Steven, 1973; Sugihara & Warner, 2002). Indirectamente estos valores refuerzan la legitimidad masculina del castigo como forma de presión ante la mujer, creando relaciones abusivas en nombre de la lealtad y el sacrificio a favor del bien de la familia.
En la investigación de Vandello & Cohen (2003), se exploraron las reacciones que se producen frente a estas situaciones en un contexto de relaciones de pareja. Se estudiaba la reacción de grupo de estudiantes universitario ante una situación (representada en vivo) en la que una mujer que acababa de sufrir una agresión por parte de su novio. El grupo de estudiantes de zonas donde existe una cultura del honor como el Sur de los Estados Unidos y Latinoamérica aprobaban más a la mujer cuando expresaba contrición y lealtad hacia su novio.
En contraste los estudiantes que no pertenecían a una comunidad influida por la cultura del honor como es el Norte de los Estados Unidos, apoyaban más a la mujer cuando ella expresaba resistencia ante el comportamiento de su novio.
Terminos útiles:
El Sistema de Valores y el Capital Social
La Influencia Evangélica en la mujer Sureña del siglo XIX